25 de agosto de 2012

Lenguas Azules


Sos mi recorrido de casa a la plaza.
Sos el primer pescadito que pesqué.
Y el primero que solté.
Sos mi primer par de ojotas y mi primer diente de león.
Sos mi sábana y mi lámpara de luz,
bajo la cama mientras jugaba a hacer sombras con mis dedos.

Sos mi primer empujón de hamaca.
Sos el barro en mis piernas después de un día lluvioso en la plaza.
Sos el grillo que canta un domingo a las últimas horas de la noche.


Sos mi primer sorbo de vino que robé de la copa de mis viejos de pendeja.

Sos ese insoportable calor en las mejillas después de un beso.

Y sí el día se torna lluvioso, sos el ruido que hacen mis botas al salpicar charcos.
Y tampoco vas a dejar de ser las pecas que muestra mi piel después de un largo día al sol.

Estás en todos lados, sos el mundo si te lo proponés.
Sos vida, sos música, sos libertad.
Sos fantasía, sos prohibido, sos honestidad.
Sos mil y una noches, sos cuarenta ladrones.
Sos el beso del príncipe, que despierta a su princesa.
Sos el reloj del conejo, que es perseguido por Alicia.
Sos movimiento, sos un disparo, sos todo lo que quiero.

Sos el día, sos la noche, y creo que incluso, la tarde.

Con vos no hay despedidas, sos un hola, siempre un hola, que se transforma en ola.
Y las olas chocan contra el mar, y te volvés espuma, y te volvés un grano de arena.
Sos más que un sentimiento, sos un estilo de vida.
                                                                Mi estilo de vida.



                                                                       Por Wald.