26 de diciembre de 2011

Estamos 7665756 horas pensando porqué es así, por nos pasa eso, gastamos tiempo, energía que no tenemos de mas, pero la ficha siempre nos caen cuando no pensamos en ese tema.
Como me está pasando ahora..
No tengo verdaderos amigos. Esos que saben todo, que te conocen desde el pelo hasta la punta de los pies (Increible cita de Arjona eh) que te entienden, te apoyan, te escuchan, te necesitan, te comparten, te dejan ser parte y son parte de una misma cosa. Esos que te abrazan y parece que luchan contra todo lo malo del mundo, mientras te protejen en sus brazos. Los mejores, viste? Esos que no tengo. Esos que necesito. Los que necesito ahora mismo, que aparezcan en mi casa, se chupen la cerveza de mi viejo mientras me hacen reir, los que pasan conmigo las fiestas, los que se quedan conmigo viendo el amanecer, los que se quedan jugando al twister en año nuevo en vez de ir al boliche. Los que te escriben cosas lindas en papelitos y te lo dejan en la cartuchera o la carpeta, que te joden a las siete de la mañana, los que te hacen el machete, los que cantan con vos, los que te pasan temas chotos al celular para que después te rias, los que te hablan todo el día en el chat, por mensaje. Los que se quedan hablandote por mensaje, haciendote reir cuando estas en un cumpleaños de quince donde no conoces a nadie, los que te llaman el día de tu cumpleaños, los que te van a ver. Los que te confiesan cosas que son muy intimas para ellos, los que realmente te aman. Esos amigos que yo tenía. Esos amigos, que de un día para otro me dejaron de hablar, me dieron vuelta la espalda y no les importe.

Los que me lastimaron mucho, los que me hicieron odiarme, los que me hicieron ser la persona forra que soy, la que no deja acercar a nadie, la que se refugia en su música, la que ama más su guitarra que a su propia madre.

Y hoy recién, después de siete meses, me doy cuenta lo que perdí.
Perdí a Micaela, perdí a Kevin. Perdí a mis mejores amigos y no los puedo recuperar. Y esto me está matando por dentro, saben? Los necesito, los necesito y los necesito ahora. Más que a nadie. Quiero que las cosas sean las de antes. Quiero que me despierten a las cuatro de la tarde, que los tenga en el portón de mi casa, que hablemos horas sentados en el cordón y después nos vayamos a tomar un helado.
Los amigos van y vienen, me acaban de decir, pero yo necesito a estos.
Necesito a la Ailén vieja?